El Barrio Gótico de Barcelona es el kilómetro cero de una ciudad fundada con el nombre de Barcino por los romanos. Es una auténtica joya que ver en la capital de Cataluña con lugares tan variopintos como una plaza con farolas diseñadas del mismísimo Gaudí o un edificio del que cuelgan dragones y paraguas.
La mezcla de estilos arquitectónicos del Barrio Gótico es maravillosa. En esta parte de la ciudad se ubicó el barrio judío de Barcelona hasta el año 1391 cuando estos fueron expulsados. De hecho, si quieres conocer los entresijos de esta historia y a la vez recorrer el Barrio Gótico una buena idea es realizar el freetour del Barrio Judío donde visitarás precisamente los restos de la judería barcelonesa.
Actividad estrella
Free tour nocturno por el Barrio Gótico
Pero el Barrrio Gótico esconde mucho más. Rodeado por las calles de la Rambla, Vía Laietana, el paseo de Colón y la plaza Cataluña, entre sus callejones estrechos y llenos de vida encontrarás la Catedral de Barcelona, una pequeña obra de arte callejera que todos quieren fotografiar o una de las calles comerciales más importantes de la ciudad.
No todo es gótico en este barrio, pero cada recoveco te hará enamorarte un poco más de Barcelona. ¡Vente de paseo con nosotros que te enseñamos todo lo que hay que ver en este rinconcito del mundo!
1. Fuente de Santa Ana

Comenzamos nuestra visita a los lugares que ver del Barrio Gótico de Barcelona por plaza Cataluña. Desde aquí podrás acceder a la Avenida del Portal del Ángel (Avinguda del Portal de l'Angel). Esta calle peatonal es una de las más transitadas de la zona.
Podemos decir que es una calle muy musical y teatral. Siempre tiene músicos y diversos tipos de actuaciones que amenizan a los transeúntes. Hay desde acróbatas o bailarines hasta cantantes callejeros. La palabra para definir a esta calle es...¡vida!
Al final de la avenida llegarás a la fuente más antigua de toda Barcelona: la fuente de Santa Ana. Data del año 1356, y si en sus inicios servía como abrevadero para abastecer de agua a los caballos de los viajeros, hoy es un rincón de los más fotografiados del Barrio Gótico.
A tan solo dos minutos caminando hay un restaurante fascinante.Se trata de Els Quatre Gats (Los cuatro gatos). Famoso por su arquitectónica modernista, aquí se vivieron los primeros pasos de Pablo Picasso como artista. Incluso llegó a dibujar la portada del menú del local en 1900 con solo 19 años. En la actualidad el local tiene un menú interesante de lunes a viernes y además tocan música en vivo por las noches. Puedes mirar su carta aquí.
2. El Beso de la Libertad

Muy cerca de la calle anterior se encuentra este rincón mágico del Barrio Gótico que encierra una historia desconocida por muchos de aquellos que lo fotografían.
En la historia del arte hay grandes obras relacionadas con los besos. El beso de Klimt, el beso de Munch, el beso de Rodin... y ahora el beso de Joan Fontcubertá. Este beso, por cierto, además de autor, tiene nombre propio: El Beso de la Libertad.
Desde lejos este mural parecen simplemente dos labios probándose el uno al otro. Sin embargo al acercarte verás algo bien distinto. Es un mosaico convertido en mural compuesto por fotografías de miles de ciudadanos que el autor compuso en 2014 para regalar un espacio único a Barcelona. ¡Gracias Joan!
3. La Catedral de Barcelona

Seguimos de ruta. Y no tendrás que andar muchos metros para llegar hasta el siguiente destino en Plaza Nueva (Plaça Nova). En uno de sus laterales está la Catedral de Santa Eulalia. Con sus tres torres impone el respeto que se ha ganado por su belleza. Además de imponente (y mucho) ¡es gótica!
Aquí también es sencillo encontrarse con algún músico tocando y actuaciones callejeras. La plaza es amplia y la Catedral está rodeada de pequeños museos y edificios culturales que te recomendamos visitar. Podemos decir que está completamente flanqueada por cultura: la Casa del Arcediano, el Museo Federic Mares o el Museo de Historia de Barcelona (MUHBA) la tienen bien protegida.
Si quieres tener una vista privilegiada de la Catedral mientras tomas una copa puedes subir a la terraza panorámica del hotel Colón. Su acceso es libre y no admiten reservas.
4. Torres romanas

El origen de Barcelona como ciudad está en el Barrio Gótico. Aunque hoy es difícil de apreciar, aquí estaba el monte Táber sobre el que se comenzó a edificar Barcino (nombre romano) alrededor del año 10 a. C. La prueba más importante de esta construcción son las dos torres romanas que hay en un extremo de Plaça Nova.
Estas pertenecen a la primera muralla que se levantó en Barcino para proteger la nueva ciudad. También hay un pequeño trozo de acueducto. ¡Pero es falso! Los únicos restos del acueducto que han llegado hasta nuestros días son cuatro arcos que encontrarás en la plaza Vuit de Març (Ocho de Marzo).
Para disfrutar de estas impresionantes obras de ingeniería en la península ibérica siempre nos quedarán los acueductos que sí han sobrevivido hasta nuestros días. Como el de Tarragona, Segovia, o el de los milagros de Mérida.
Asimismo en el Barrio Gótico hay restos de la fundación romana dentro del MUHBA en la plaza del Rey. Y en otro edificio que el mismo Museo de Historia de Barcelona posee en la calle del Paradís encontrarás escondidas unas columnas romanas del antiquísimo Templo de Augusto. Está justo detrás de la catedral. Y tampoco nos podemos olvidar del antiguo cementerio romano abierto de la plaza Villa de Madrid. ¡Todo recogido en el barrio!
5. La plaza Felipe Neri

En uno de los laterales de la Catedral se esconde este tranquilo lugar que ver en el Barrio Gótico de visita. A esta plaza se accede por dos callejuelas. Está rodeada por edificios y destaca la fachada de un iglesia barroca. Asimismo, en el centro tiene una pequeña fuente que le da el toque de misterio perfecto.
Pero ¡ojo! No siempre está abierta. Los días de semana colocan una valla en cada una de las dos calles accesibles. Esto se debe a que hay un colegio allí mismo y ese es su patio de recreo. A fin de evitar problemas con los turistas la cierran en horario de recreo o actividades escolares. Si quieres entrar en ella tendrás que esperar al momento adecuado que normalmente es a partir de las 3 de la tarde.
Quienes aprecian la obra de Gaudí y al personaje en sí mismo, en el interior de la iglesia de esta plaza encontrarán una curiosidad relacionada con el artista. Y es que dentro hay dos cuadros dedicados a San Felipe Neri donde aparece la cara de Gaudí pintada sobre el lienzo. Esto se debe a que el pintor de estos era amigo suyo. Son del verano de 1902.
6. El Puente del Obispo

Llegamos a otro de los lugares más fotografiados del Barrio Gótico de Barcelona. La calle del Bisbe (obispo en español) es uno de los puntos del itinerario que tienes que ver sí o sí. Es el típico lugar de Barcelona por el que nunca te cansarías de pasar. En un extremo de la calle está la Catedral y al otro el Palacio Episcopal y la Generalitat de Cataluña.
Lo más destacado de la calle es el denominado Puente del Obispo. Este consiste en una pasarela que cruza a varios metros sobre el suelo los dos edificios situados a cada lado de la calle. Tiene un arco y ventanales góticos que lo hacen irresistible. Bajo el arco hay una calavera con una daga clavada que esconde una leyenda y solo ven los que se fijan al pasar bajo el puente.
Muy cerca de este icónico lugar, justo antes de llegar a la plaza Sant Jaume, fíjate en el portón de madera de uno de los laterales de la calle. Es una de las puertas de acceso al Palacio de la Generalitat de Cataluña. Aunque la puerta es moderna. La parte superior también es gótica.
7. Plaza Sant Jaume

La plaza Sant Jaume es uno de los ejes de Barrio Gótico barcelonés. Su importancia es tal que a un lado está el gobierno regional y al otro el Ayuntamiento de la ciudad. Uno frente al otro, mostrando el contrapeso del poder en Barcelona.
A diferencia de la puerta con adornos góticos del lateral del Palacio de Generalidad en la calle del Bisbe, su fachada principal es de estilo renacentista. Desde aquí no hay visibles elementos góticos y de un extremo de la plaza sale la calle Sant Jaume, y del otro, la calle Ferrán.
El Ayuntamiento de Barcelona sí que nació gótico en el año 1369. Sin embargo desde la plaza tampoco es visible su verdadera identidad. Esto se debe a que su fachada principal se reconstruyó en estilo neoclásico en 1847. Para revelar su pasado gótico solo tienes que caminar hasta el lateral del edificio que da a la calle Ciutat (Ciudad). ¡Aquí sí que se conserva su arquitectura gótica!
8. Plaza del Rey

A esta plaza solo puede accederse por una de sus esquinas ya que está rodeada de edificios góticos y renacentistas como la iglesia gótica de Santa Águeda, el Salón Tinell (también gótico), o el palacio renacentista del Lugarteniente (Lloctinent en catalán).
Este conjunto de edificios hoy pertenecen al Museo de Historia de Barcelona y pueden visitarse al acceder al museo. En el pasado fueron residencia de condes y reyes. Se le denominaba el Palacio Real Mayor, en oposición a un palacio más discreto en la plaza Sant Miquel, también del Barrio Gótico.
Este lugar es histórico porque en esta plaza medieval se cree que los Reyes Católicos recibieron a Colón al regresar de su primer viaje por América. Tanto Fernando II de Aragón como Isabel I de Castilla se encontraban en Barcelona y las escaleras que dan acceso al Salón Tinell habría sido el lugar del recibimiento.
9. Paseo de la Mercé

En una de las esquinas del Barrio Gótico de Barcelona se encuentra el imponente edificio de Correos. Y desde uno de sus laterales surge la calle de la Mercé (Mercedes). Esta es estrecha y discurre en paralelo al paseo de Colón y al puerto, que queda justo debajo.
A través de ella podrás llegar hasta la plaza de la Mercé, donde se encuentra una basílica, también de la Mercé. Es de estilo barroco y la plaza tiene terrazas para tomar algo. Al otro extremo de esta hay una pequeña fuente dedicada a Neptuno. Al igual que Madrid, con su famosa fuente de Neptuno diseñada por Ventura Rodríguez, Barcelona también le rinde tributo al dios de los mares.
La calle llega hasta la plaza del Duque Medinaceli, donde la gente suele pararse a descansar en sus bancos. Unos metros antes antes te recomendamos hacer una parada para reponer energías en un bar de los más míticos de la ciudad: La Plata.
10. Bar La Plata

Por la calle de la Mercé, antes de llegar a la plaza del mismo nombre cruza en perpendicular la calle Plata. Y en su esquina se encuentra este local fundado en el año 1945. Es el bar de tapas más famoso del Barrio Gótico con diferencia. Puedes encontrar referencias de ellos hasta en periódicos de tirada nacional.
Si quieres hacer un descanso para picar algo en tu visita te recomendamos parar aquí. Un pedacito de historia de Barcelona se esconde entre sus paredes.
La Plata es un bar de toda la vida. Pequeño pero con mucho arte. Tienen una carta con las cuatro o cinco tapas que les han hecho famosos. Las venden a buen precio y con una forma de prepararlas que les ha llevado a ser referente entre los barceloneses. La tapa de 'pescaito' frito o el pincho de butifarra son una delicia. También puedes pedir ensalada.
11. Museo Marítimo de Barcelona

Sí sigues caminando por la Mercé, tras pasar bajos unos arcos, llegarás a la plaza del Duque Medinaceli, de la que ya te hemos hablado. Aquí te esperan unas cuantas palmeras que indican lo cerca que estás del mar. La plaza está conectada con el paseo de Colón. Por este paseo y con la imagen del puerto a tu izquierda llegarás hasta el icónico monumento del conquistador italiano.
Alcanzado este punto tendrás las Rambla, uno de los límites del barrio, a tu derecha. A tu izquierda el precioso edificio sede de la Autoridad Portuaria de Barcelona. Y de frente verás a Colón señalando el infinito con su dedo en el centro de una rotonda. Pues al otro lado del monumento está el Museo Marítimo de Barcelona.
Aunque queda fuera de los límites de Barrio Gótico de Barcelona por unos metros, lo incluimos en nuestra lista por una sencilla razón. ¿Adivinas? Pues sí. Su arquitectura es gótica. El edificio comenzó a construirse en el siglo XIII con Pedro III de Aragón El Grande.
Como podrás imaginar en sus inicios no era un museo. Esta sencilla edificación era ni más ni menos que las Ataranzas Reales de la ciudad. O lo que es lo mismo, el astillero donde se reparaban los navíos. Hoy sí es un fantástico museo.
12. La Rambla

Regresamos a la Rambla. Esta emblemática calle de Barcelona tiene el 'corazón partío' entre dos barrios: el Gótico y el Raval. Cada acera tiene un dueño y en la parte del gótico llegarás, entrando por el pasaje de la Banca, al famoso Museo de Cera de la ciudad.
Entrar en este museo siempre es un plan divertido que hacer en la zona. Además en ese mismo callejón hay un bar con una ambientación única que te transportará a otro mundo. Se trata del Bosc de las Fades (Bosque de las Hadas). A veces hay que hacer unos minutos de cola para entrar pero merece la pena.
13 . Las farolas de Gaudí

A uno de los lugares a los que puede accederse desde la Rambla es la plaza Real (Reial en catalán). Su arquitectura se identifica con la clásica y hermosa plaza mayor española de ciudades como Madrid o Salamanca.
Si quieres descubrir la obra de Gaudí en el Barrio Gótico de Barcelona, has llegado al lugar adecuado. Repleta de palmeras y con una fuente en el centro, dos de las farolas que iluminan la plaza de noche fueron diseñadas por el gran Antoni Gaudí.
A pocos metros de esta plaza, cruzando al otro lado de la Rambla hay otra muestra de la obra de Gaudí. Se trata del Palacio Guëll. Aunque la mayor parte de lugares diseñados por el artista están en el barrio del Eixample, en esta parte de la ciudad tienes estos dos ejemplos.
14. Casa Bruno Cuadros

En la plaza de la Boquería, también al pie de la Rambla barcelonesa hay un edificio conocido como la "casa de los paraguas". El aspecto actual lo adquirió en 1883, de la mano de José Vilaseca y Casanovas, arquitecto también del famoso Arco del Triunfo de Barcelona (1888).
Vilaseca añadió a la fachada de la construcción los paraguas por los que hoy se conoce el edificio. Lo hizo porque precisamente en el local de abajo había una tienda de paraguas. Dragones nunca hubo en dicho local, pero la afición por el orientalismo era algo típico de las clases pudientes y el arquitecto modernista lo reflejó con un fantástico dragón tallado.
15. Basílica Santa María Pi

Llegamos al último punto de nuestra visita por el Barrio Gótico barcelonés. A dos minutos caminando de la Casa Bruno Cuadros se encuentra la basílica de Santa María del Pí (Pino es español).
Al igual que la Catedral, también fue edificada en estilo gótico. Está considerada un Bien de Interés Cultural español. Destaca por su enorme rosetón y portada gótica. Puede accederse al interior gratuitamente en horario de culto o comprar una entrada turística para visitar también su fantástico campanario.
Y si esto de subir al campanario fuera poco, por las noches hay conciertos en su interior. Los espectáculos son variados y abarcan desde el flamenco a las bandas sonoras. El escenario donde tienen lugar los recitales es un auténtico lujo.