La Casa del zar Pedro en Zaandam (Czaar Peterhuisje) es el legado histórico que nos queda de las visitas que el monarca ruso realizó a los Países Bajos a finales del siglo XVII y principios del siglo XVIII. Esta antiquísima casita de madera que cruje cuando caminas sobre ella es un pequeño museo con pinturas que cuenta esta conexión entre el país y Rusia.
Como si de una matrioska rusa se tratara, la Casa del zar Pedro I de Rusia (1672-1725) está a su vez dentro de otra casa considerada también monumento nacional. Esta edificación que la recubre es de ladrillo, por lo que la antigua casa de invitados del zar está perfectamente protegida a pesar de datar del año 1632.
Este es uno de los lugares más importantes a nivel histórico que ver en Zaandam y está en el mismo centro de la ciudad. Desde la estación de tren solo tendrás que caminar unos diez minutos.
1. La edad dorada holandesa y el dominio de los mares

El Siglo de Oro de la cultura neerlandesa fue el XVII. En esa época surgieron grandes arquitectos que diseñaron importantes edificios de la actualidad como el Palacio Real de Ámsterdam. Y también excelsos pintores como Rembrandt, cuya obra cumbre se encuentra en el Rijksmuseum de la capital; o Vermeer, que tiene las suyas en la Maurithuis de La Haya.
Sin embargo al conocimiento popular no han pasado los nombres de los ingenieros navales que construyeron los barcos pesqueros y de la marina mercante que hicieron florecer brutalmente el comercio y la economía de Zaandam y el resto del país.
A pesar de esto a finales del siglo XVII este dominio en la construcción de navíos era perfectamente conocido por el zar Pedro I de Rusia. Y el deseo de aprender fue lo que le trajo hasta Holanda. Con Rusia se comerciaba habitualmente grano, pieles, salmón y caviar.
2. Las visitas de Pedro I a Zaandam

1697
La primera visita de Pedro I tuvo lugar a finales del siglo XVII, exactamente el 18 de agosto de 1697. Llegó de incógnito y sin dar su verdadero nombre en un principio. Y estuvo en Zaandam durante ocho días conociendo la importante industria marítima en el área de Zaanse Schans antes de visitar Ámsterdam.
La visita fue algo decepcionante para él, ya que su pretensión era construir barcos de guerra y aquí la carpintería de estos barcos de madera se hacía más a ojo y no había documentos de los que valerse para la producción de su propia flota.
Por este motivo el zar terminó dirigiéndose a las islas británicas, concretamente a Inglaterra, donde sí era más habitual trabajar con los dibujos de las construcciones navales.
1717
En 1717 el zar Pedro regresó a Zaandam. Y lo hizo con su segunda esposa Catalina I de Rusia. En este caso la visita fue más formal y no buscaba seguir estudiando la ingeniería naval holandesa.
Sabemos de estas dos visitas gracias al diario guardado por el marchante de ropa Jan Cornelisz Noomen. Estas notas fueron utilizadas en 1814 por Jacobus Scheltema para crear una pequeña historia en un periódico contando la visita del zar. Y esta pequeña tira en papel también está expuesta en el museo.
3. La Casa del zar Pedro

La Casa del zar Pedro fue construida en 1632 y es una de las casas de madera más antiguas de Holanda. Además está considerada el segundo museo más antiguo del país, solo por detrás del Museo de Teyler en Haarlem.
La antigüedad de esta casa museo es perfectamente palpable en cada paso. La madera cruje al caminar y la cabaña está inclinada. En cuanto a la construcción que la recubre, el último zar de Rusia, Nicolás II, contrató al arquitecto holandés Gelrof Salm y su hijo para rediseñar su techo de piedra.
La función de la vivienda de madera en su inicio era alojar a los trabajadores del astillero, tiene dos estancias en la planta baja y otras tantas en la planta superior. Está decorada con pinturas y obras de arte que representan al zar y a su esposa.
Firmas en los cristales

Una de las cosas que llama la atención al visitar la Casa del zar Pedro el Grande son la cantidad de firmas y marcas en los cristales de las ventanas o en la misma madera. Aunque lo primero que cabe pensar es que se trata del vandalismo producido por el descuido del monumento, no es así.
En realidad este monumento ha estado siempre muy protegido y quienes han dejado todas esas firmas han sido los descendientes del zar cuando lo han visitado. Incluso los miembros de la familia real holandesa han dejado aquí su rúbrica.
Otras casas del del zar Pedro por el mundo
La Casa del zar Pedro el Grande no es la única que se guarda en el mundo de este tipo. En total hay cuatro viviendas conservadas como museo que conmemoran la estancia del monarca ruso que modernizó al país. Las otras tres se encuentran en Moscú, San Petersburgo y Tallin (Estonia):
- Moscú: casa construida por carpinteros holandeses y rusos en 1702. Originalmente estaba en Arkhangelsk, aunque desde 1934 se conserva en el museo Kolomenskoye de Moscú. Pedro I pasó dos semanas en esta casa supervisando la construcción de un fuerte.
- San Petersburgo: esta vivienda se levantó en 1703, poco después de que se fundara la ciudad en el mismo año. El zar quería una arquitectura similar a la de las casas holandesas de ladrillo por lo que la edificación, que era de madera, se pintó para que pareciera de ladrillo.
- Tallin: edificada en el siglo XVII. El zar Pedro estuvo en ella en el siglo XVIII, entre los años 1714 y 1723. Estonia, que pertenecía a Suecia (también Finlandia), fue conquistada por los rusos en 1710 y desde 1714 construyeron puertos para seguir con la guerra frente al Imperio sueco.
Horario
Martes a domingo de 10.00 a 17.00
Cierra el 25 de diciembre y el 1 de enero
Entradas
Puedes comprar tu entrada para la Casa del zar Pedro aquí. El precio es el siguiente:
- Adultos (+18): 6€
- Niños (3-17): 3€
- Niños (0-3): gratis
- I Amsterdam City Card: gratis