Los canales de Ámsterdam son uno de los grandes atractivos de la capital de Países Bajos y su importancia es tan grande que forman parte de la lista de Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO. Gracias a su red de canales, Ámsterdam se ha ganado el título de la "Venecia del norte". Y cada día por ellos navegan, pasean y montan en bicicleta miles de personas.
La red de canales de Ámsterdam nos habla de la historia y evolución de la ciudad. En total son 165 canales que cubren unos 100 kilometros de ruta con más de 1250 puentes que cruzan sobre ellos. Con este número tan elevado de canales, ¿no crees que es buena idea preparar de antemano una lista con los mejores?
Actividad estrella
Paseo en barco por los canales con audioguía en español
Si estás de acuerdo con esta idea sigue leyendo porque para facilitar la búsqueda de los más interesantes te hablaremos de algunos canales de Ámsterdam que deberías ver sí o sí. Además te indicaremos los puntos exactos donde podrás hacerte unas fotos perfectas para compartir en redes o guardar en tu álbum de viajes.
El Grachtergordel o Cinturón de canales es una zona semicircular de la red concéntrica de canales que rodea el casco histórico de Ámsterdam dando a la ciudad forma de media luna. Estos canales y sus edificios fueron construidos en el siglo XVII y desde el año 2010 forman parte de la lista de Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO.
Podemos decir que el Grachtergordel es la zona de canales más famosa de Ámsterdam. Pero no la única.
Este cinturón de canales es una obra excepcional tanto desde el punto de vista arquitectónico como hidráulico. En total tiene 14 kilómetros de aguas navegables y acumula 80 puentes. La red concéntrica de canales se inició con el Singel, el primero de los canales de Ámsterdam que rodea una parte del sur de la ciudad.
El Grachtengordel integra los cuatro canales de Ámsterdam más señoriales:
La mejor forma de conocer los canales de Ámsterdam es hacerlo en barco, de eso no hay duda. Desde el agua disfrutarás de un paseo único por la ciudad pasando por debajo de los fantásticos puentes de Ámsterdam. Hay distintas empresas y tipos de barco que realizan el servicio y encontrarás una buena cantidad de paradas en las que podrás subirte a bordo.
Los trayectos suelen durar entre 60 y 90 minutos y el tipo de crucero turístico más habitual es el de barco cerrado con ventanas y techo de cristal. Es muy útil para el invierno y tiene audioguía en español y otros muchos idiomas.
Otra opción es la del crucero clásico. Es un barco más abierto lo cual te permite vivir la experiencia más intensamente. La única pega es que el guía es en inglés. E incluso tendrás la posibilidad de unirte a un crucero en barco descapotable con bebidas incluidas en el precio. Esta última alternativa es perfecta para ir en grupo y no tiene guía. Pero es el más divertido sin duda.
De las distintas opciones de paseos en barco por los canales de Ámsterdam nos quedamos con estas:
Algunos de los mejores sitios que ver en Ámsterdam están a orillas de sus canales. Nos referimos a la Casa de Ana Frank, por ejemplo, pero hay muchos más. En las siguientes líneas cuando hablemos de cada canal añadiremos algunos lugares de interés que podrás visitar en el canal.
Los amsterdamers (gentilicio de Ámsterdam) son unos enamorados de sus canales y es habitual verlos navegar con sus barcos. Otro aspecto curioso que quizás te sorprenda es la cantidad de casas barco amarradas a los canales que hay, pero es que aquí es un tipo de vivienda bastante extendido.
De la red concéntrica de canales, el Singel tiene el honor de ser el canal más antiguo de todos. Es uno de los canales de Ámsterdam más importantes porque fue el foso de la ciudad medieval hasta 1585, cuando la población se extendió más allá de sus límites.
El Singel nace del canal del mar del Norte y comienza en uno de los laterales de la Estación Central de Ámsterdam (Amsterdam Centraal). A diferencia de los demás canales concéntricos, que rodean toda la ciudad, el Singel solo rodea la mitad. Termina en Muntplein (Plaza de la Moneda), donde se encuentra con el río Ámstel.
A orillas del canal Singel hay sitios muy importantes de Ámsterdam. En la plaza Muntplein está la Munttoren (Torre de la Moneda), que al igual que el Ayuntamiento de Gouda, también tiene un carillón.
Pero este canal de Ámsterdam tiene muchos más lugares que ver. Por ejemplo el famoso Mercado de las Flores, donde puedes comprar tulipanes, semillas de muchas flores o algún recuerdo en las tiendas cercanas.
¿Y qué decir de la casa con la fachada más estrecha del mundo? Está fachada tiene la anchura de una puerta. ¿Te imaginas vivir así? Aunque parezca un milagro en realidad la estrechez de esta vivienda tiene truco.
El Herengracht o canal de los Caballeros fue creado en 1612 en honor a los Caballeros gobernadores de la ciudad de Amsterdam. De hecho en esta parte de la ciudad vivió uno de los alcaldes más importantes de la historia de Ámsterdam: Andries de Graeff.
Las fachadas de este canal son un auténtico espectáculo. Todas de un corte clásico pero con colores y adornos muy variados. Además, a menudo los tejados terminan en formas muy curiosas. Es difícil decidir cuál es la mejor foto en este canal pero si tenemos que elegir te diríamos que hay una hilera de casas señoriales muy bonitas entre los números 263 y 275 del Herengracht.
En este cauce de agua encontrarás el lugar perfecto para saber más sobre el Grachtengordel y todo lo relacionado con los canales de Ámsterdam: el Museo de los Canales. También puedes ver a casa Museo Willet-Holthuysen, una vivienda señorial al estilo del Museo Van Loon en Ámsterdam o el Museo Cerralbo de Madrid.
El Kattencabinet es una galería dedicada a los gatos y en este canal de Ámsterdam también conocerás la famosa Curva de Oro (Gouden Bocht), lugar del canal donde se ubican casas con fachada del doble de ancho de lo habitual que compraron los ciudadanos más adinerados de la ciudad cuando se creó el Herengracht.
La imagen más icónica de los canales de Ámsterdam seguramente sea la del Keizersgracht en el punto que cruza con el Reguliersgracht. Los puentes iluminados en esta parte de la ciudad cuando cae la noche tiene poca competencia en cuanto a belleza.
Además en el canal del Emperador o Reguliersgracht están los famosos siete puentes de Ámsterdam consecutivos que, observados desde el agua puede verse su arco uno detrás del otro.
Este es de los canales de Ámsterdam con más museos en sus orillas. Son generalmente pequeños museos de fotografía o arte como el Foam o la Huis Marseille. También hay otra casa señorial de una familia conocida, como el histórico Museo Van Loon. Y asimismo hay un monumento junto a la Iglesia del Oeste (Westkerk) dedicado a los homosexuales perseguidos.
Es el último de los canales de Ámsterdam pertenecientes al cinturón Grachtengordel. Es precioso y Aquí comienza además el popular Barrio Jordaan. Una foto fantástica es la que podrás hacer desde el puente Prinsensluis.
El Prinsengracht tiene varios puntos de interés entre los que destaca la Casa de Ana Frank, la Westkerk (que también es accesible desde el Keizersgracht) o el Museo de los Tulipanes, una colección que igualmente funciona como tienda de bulbos.
Al principio de este canal, en los número 2 y 4 hay unas casas que hacen esquina muy bonitas, con el clásico tejado escalonado de esta parte de Europa. Está justo en el cruce con el canal Brouwersgracht.
Ahora damos un salto hasta otra parte de la ciudad. Nos dirigimos a la zona este del centro histórico, un lugar situado a escasos metros del Barrio Rojo, por un lado, y de la Casa de Rembrandt o el Mercado Waterlooplein, por el otro.
Y es que aquí también hay algunos canales de Ámsterdam que merecen la pena conocer (y mucho). El Groenburgwal es un canal pequeño con buenas vistas a ambos lados y con un antiguo puente levadizo donde los enamorados pones sus candados.
Precisamente desde el puente Staalmeester hay una foto fantástica del canal con la torre de la Zuiderkerk (Iglesia del Sur) al fondo. Y si caminas en la dirección opuesta llegarás hasta el río Amstel donde tienes otra gran vista de los canales de Ámsterdam.
De los canales de Ámsterdam que cruzan por el Barrio Rojo este es imprescindible. Es el cauce de agua paralelo al que te hablamos en el punto anterior. Podemos decir que el lugar más conocido del canal es el puente que hay junto a la Iglesia Antigua (Oude Kerk). Desde este punto verás al fondo la cúpula de un gran edificio. Se trata de la Basílica de San Nicolás.
En la misma esquina de la Oude Kerk tienes la cafetería De Koffieschenkerij. El ambiente del pequeño patio es muy agradable y en su interior tiene un techo artesonado. Igualmente puedes aprovecha para visitar la iglesia, donde, al igual que en la Nieuwe Kerk (Iglesia Nueva), también realizan exposiciones.
Este lugar es un 2x1 en toda regla porque casi al principio del canal hay otra fotaza de los canales de Ámsterdam que no deberías pasar por alto. Está en el número 17 del Oudezijds Voorburgwal y es un lugar algo escondido que la gente suele pasar por alto.
La visión del canal Oudezijds Voorburgwal desde aquí es única con una casa que hace esquina y parece que está flotando sobre el agua. Si vas al atardecer o de noche el resultado es impactante.
Otro lugar que ver en este canal es una antigua iglesia católica clandestina. Cuando llegó el protestantismo a Holanda, los católicos fueron expulsados de los edificios religiosos y obligados a vivir su religión en el secretismo. El Museo Ons' Lieve Heer op Solder es la iglesia clandestina mejor conservada de Ámsterdam.
Lugares interesantes en este canal de Ámsterdam:
El Museo Van Gogh aloja la mayor colección a nivel mundial de pinturas y dibujos de Vincent van Gogh, además de sus cartas de correspondencia. Se encuentra en la famosa Plaza de los Museos de Ámsterdam (Museumplein) y es una visita "obligada" para cualquiera que visite la ciudad.
La galería de arte cuenta con más de 200 cuadros, unos 500 dibujos y 750 cartas del artista neerlandés. Evidentemente no todas las obras pueden estar expuestas a la vez, pero aquí verás algunas de las pinturas más famosas de Vincent van Gogh (1853-1890), incluyendo uno de sus icónicos jarrones con girasoles, muchos de los autorretratos que le catapultaron a la fama y varios de sus impresionantes paisajes.
Los fondos de la colección son muy amplios y hablar solo de cinco pinturas del Museo Van Gogh nos parece quedarnos cortos. Sin embargo puede servir como una buena introducción para saber qué encontrarás en esta galería en la que también se exponen pinturas de otros artistas de la época como Claude Monet (1840-1926) o Paul Gauguin (1848-1903).
No todos los días vas a tener la oportunidad de conocer directamente la mayor colección de uno de los más famosos pintores de la humanidad, por lo que una buena idea es hacer una visita guiada con un experto que te ayude a sacarle el máximo partido a tu visita al Museo Van Gogh:
A pesar de que Van Gogh solo vivió 37 años tuvo tiempo de crear una prolífica colección de más de 800 pinturas (sin contar dibujos). Siempre quiso estar ligado al mundo del arte, aunque en sus inicios trabajó en galerías y no cogió el pincel hasta que su hermano Theo van Gogh le animó.
Precisamente la correspondencia del artista con Theo ha sido fundamental para conocer los entresijos de su personalidad y de sus obras, ya que en ellas hablaba de sus pinturas, sus sentimientos y al mismo tiempo le encargaba a Theo, que era su mecenas, los materiales que necesitaba para pintar.
Vincent van Gogh (1853-1890) ha pasado a la historia por su excentricidad y por los problemas de salud mental que le llevaron a estar internado en un psiquiátrico, cortarse la oreja, y finalmente, fallecer en extrañas circunstancias. Aunque el suicidio se ha considerado siempre como la causa más probable, nunca ha quedado completamente demostrado.
En el Museo Van Gogh hay una gran selección de autorretratos del artista. De hecho encontrarás una sala dedicada exclusivamente a mostrar alrededor de una decena de las 35 pinturas que Vincent hizo de si mismo.
Es curioso que si se plasmó tantas veces es porque no disponía del dinero necesario para pagar modelos ni compradores que le encargaran cuadros y le financiaran.
A pesar de que hoy los cuadros de Vincent van Gogh alcanzan cifras récord en las subastas, sin embargo el pintor no fue reconocido en vida y sus éxitos llegaron cuando él y su hermano, su principal valedor en vida, ya estaban muertos. La esposa de Theo recogió el testigo como mecenas y consiguió que se iniciara el reconocimiento en torno a su figura.
Los comedores de patatas está considerada como la primera gran obra del artista neerlandés, aunque al momento de pintarla no tuvo aceptación y fue criticada por la oscuridad de la escena y la falta de precisión en las figuras.
Vincent la realizó en 1885 mientras residía en Nuenen (cerca de Eindhoven). Con las facciones huesudas de los agricultores de este cuadro pretendía reflejar las duras condiciones en las que vivía la gente de vida humilde, que servían sobre la mesa el resultado de su trabajo en el campo.
No es la única obra que refleja la vida de los campesinos en el Museo Van Gogh, sino que por el contrario hay otras pinturas con los mismos protagonistas pintados en otras situaciones.
El Museo Van Gogh de Ámsterdam tiene el honor de albergar uno de los famosos cuadros de girasoles de Vincent. Aquí permanece el Jarrón con catorce girasoles de enero de 1889, uno de los siete cuadros que pintó con esta planta dentro de un jarrón. De esos siete, cinco fueron plasmados sobre lienzo únicamente con tres tonos de amarillo.
La intención de Van Gogh fue mostrar cómo podía pintarse una serie de cuadros similares con pequeñas variaciones de color pero manteniendo la persuasión sobre el espectador. De la saga, uno fue destruido en la guerra y otro permanece en una colección privada.
Los cinco jarrones con girasoles restantes son los pintados en tonos amarillos y las obras están repartidas por varios museos del mundo:
Este es uno de los autorretratos que Van Gogh pintó en su última etapa en París, antes de mudarse a Arlés. Llevaba dos años en la ciudad y estaba planeando su salida para dirigirse al sur de Francia en busca de inspiración. En la capital había conocido la técnica del puntillismo y en esta obra lo demuestra.
El aspecto tenso de su expresión se debe a su deseo de encontrar otro ritmo de vida en el campo. En sus cartas se quejaba de la dificultad hasta para encontrar un sitio donde sentarse a pintar en la ciudad de París. La pintura data de finales de 1887, la realizó durante el invierno y el uso de los colores es espectacular.
A menudo en pintura lo que vemos no es lo que fue. Y es que los pigmentos pueden cambiar con el tiempo y alterar una obra de un modo radical. El ejemplo perfecto para ilustrar este hecho es La Ronda de Noche del Rijksmuseum de Ámsterdam, obra cumbre del también neerlandés Rembrandt.
Cuando el genio del Siglo de Oro holandés la pintó, el cuadro reflejaba una escena diurna. Sin embargo con el paso de los siglos el fondo de la imagen se oscureció y se la identificó erróneamente como una escena nocturna.
Con El dormitorio en Arlés ocurre algo parecido, aunque el cambio es un mucho menor. Esta obra del Museo Van Gogh ha sufrido una decoloración con el paso de los años. Esto se sabe porque Vincent describió a su hermano Theo el color de la pintura empleada en una de las muchas cartas que se han conservado.
La diferencia principal radica en el color de las paredes y la puerta que, en lugar de ser azules tal y como hoy las vemos, en realidad eran de un tono púrpura suave. Esta fue la habitación del artista mientras vivió en Arlés. En el museo también verás su pintura La casa amarilla, vivienda en la que residió y donde se encontraba este dormitorio.
Una de las obras imprescindibles del Museo Van Gogh es el Trigal con cuervos. Vincent lo pintó en su última etapa, cuando vivía en Auvers-sur-Oise, la cercana localidad a París donde falleció y en la que se conserva su tumba.
Aunque siempre hay quien afirma que este fue su último trabajo, en realidad es solo un mito, ya que está documentado que realizó otras obras posteriormente.
¿Por qué la intencionalidad en insistir en que esta fue su última pintura? Quizás el interés en querer vincular el cielo amenazante, los cuervos y la tristeza que evoca este cuadro del Museo Van Gogh con su probable suicidio sean la respuesta a la pregunta.
En los relativo al propio Vincent van Gogh el museo tiene obras de todas sus etapas como pintor. La carrera de Vincent fue corta pero intensa y durante el año que estuvo internado en "La casa de reposo" para enfermos mentales Saint-Paul-de-Mausol pintó alrededor de 150 cuadros.
El artista disfrutaba de la pintura especialmente cuando se acercaba la primavera, ya que podía reflejar la vida natural con esos colores que le hacían pensar en Japón. En el Museo Van Gogh hay pinturas de gran reconocimiento como Almendro en flor y cuadros que reflejan a trabajadores del campo sembrando o segando el trigo.
Respecto a otros pintores, un cuadro muy famoso de la colección es Van Gogh pintando girasoles, que el francés Paul Gauguin realizó cuando estuvo viviendo en Arlés con el artista neerlandés. Gauguin quedó impresionado por los girasoles de Van Gogh y quiso inmortalizar el momento en el que trabajaba sobre el lienzo.
Y qué decir de Claude Monet, el afamado artista impresionista francés que pasó meses residiendo en Holanda. De su estancia han quedado varias pinturas icónicas como la de uno de los puentes de Ámsterdam más famosos: el Staalmeestersbrug.
Pero también pinto los famosos molinos de Zaanse Schans en Zaandam, que están muy cerca de Ámsterdam, o unos campos de tulipanes por la zona de La Haya.
Abre todos los días de 9.00 a 18.00
Entre el 6 de noviembre y el 15 de diciembre: lunes-viernes, de 9.00 a 17.00 y sábados-domingos, de 10.00 a 18.00
Los días 24, 25, 26 y 31 de diciembre abre de 9.00 a 17.00
Cierra el 2 y el 4 de junio de 2023
Puedes comprar tu entrada aquí. Los precios son los siguientes:
Con sus estrechos canales, pequeños bares y una de las mejores tartas de manzana de la ciudad, el barrio Jordaan se ha ganado un hueco en el corazón de locales y visitantes como una de las zonas más famosas que ver en Ámsterdam. Está en pleno centro y limita con el Grachtengordel, la red de canales de Ámsterdam considerados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
De tradición obrera y ambiente bohemio, Jordaan es uno de los barrios más exclusivos de Ámsterdam en la actualidad. En el vecindario se respira una atmósfera artística con pequeñas galerías de arte y asimismo tiene una gran tradición musical. De aquí proceden varios músicos populares de gran importancia para el país como Johnny Jordaan, que crearon canciones en honor al propio barrio o a la ciudad de Ámsterdam.
Además, Jordaan es junto al Barrio Rojo el más popular de la ciudad. Tiene pequeñas colecciones de arte como el Museo de los Tulipanes y esconde un lugar icónico junto al canal Brouwersgracht, con el que limita al norte, donde podrás hacer unas fotos espectaculares. Sus otras "fronteras" son los canales Prinsengracht, Singelgracht y Leidsegracht.
Hay muchos lugares interesantes que ver en Jordaan tanto dentro del barrio como en los alrededores. Igualmente es un gran lugar donde alojarse en Ámsterdam, ya que está muy cerca de la plaza Dam y el resto del centro histórico.
El nombre Jordaan parece proceder de la palabra francesa jardín y un tipo de construcción habitual del vecindario es la de vivienda con pequeños patios interiores. Este recorrido por el barrio lo haremos por orden de norte a sur. ¡Prepárate que comenzamos!
El primer lugar que ver en Jordaan de nuestra lista es el Prinsengracht o canal de los Príncipes, lugar donde termina el vecindario por el oeste. Es de los canales más bonitos de la ciudad y con más vida del barrio. Solo una orilla del canal pertenece a Jordaan.
En los 1.7 kilómetros que abarca el Prinsengracht en Jordaan (luego el canal sigue por otros barrios) se acumulan sus lugares más emblemáticos, como el mercadillo Noordermakt, la cafetería Winkel 43 y su irresistible tarta de manzana o el Museo de los Tulipanes.
Las vistas desde el puente Prinsensluis son una pasada con la torre de la Iglesia del Oeste (Westkerk) sobresaliendo por encima del canal. Además en la otra orilla, que ya no pertenece al barrio Jordaan, hay uno de los lugares más importantes de Ámsterdam: la Casa de Ana Frank.
En el cruce del número 2 de Prinsengracht con el canal Brouwersgracht hay una de esas fotos de Ámsterdam que se recuerdan toda la vida. La imagen del puente de piedra de tres ojos Lekkeresluis y las viviendas con tejados de hastial escalonado de la arquitectura propia de países como Holanda y Bélgica es maravillosa.
En el barrio Jordaan hay varias iglesias y Noorderkerk (Iglesia del Norte) es la más conocida. El edificio fue construido entre los años 1620 y 1623 cuando la reforma protestante ya había triunfado en Ámsterdam. Frente a la iglesia se celebra un mercado dos días en semana.
Actualmente, además de las actividades típicas de una iglesia, realizan conciertos. Estos tienen como protagonistas a músicos de instrumentos clásicos como el violín, el trombón o el saxofón y ofrecen veladas muy variadas con influencias de distintos estilos y culturas.
No es la única actividad cultural que realiza la Noorderkerk. Entre sus muros también se celebra la vanguardista exposición lumínica en 360º "Vincent conoce a Rembrandt". En ella las paredes y el techo del interior de esta iglesia del barrio Jordaan se convierten en lienzos donde se proyectan las grandes obras de Vincent van Gogh (1853-1890) y Rembrandt van Rijn (1609-1669), los dos pintores más afamados del país.
Esta exposición es el complemento perfecto para las visitas del Museo Van Gogh y la Casa de Rembrandt, dos exposiciones clásicas de pintura y dibujo que tienen como protagonistas a los mismos artistas.
Ámsterdam es una ciudad con una gran cantidad de mercados al aire libre, como el Mercado Waterlooplein o el imprescindible Mercado de las Flores. Y en el barrio Jordaan hay otros tres mercadillos por los que puedes pasar a curiosear. Por otro lado si quieres conocer otro popular evento similar en Países Bajos te recomendamos conocer El Mercado del Queso Gouda.
El Noordermarkt (Mercado del Norte) es más antiguo que la plaza de la iglesia Noorderkerk donde se ubica, ya que antes de que el edificio religioso se terminara de construir en 1623 ya había aquí un mercado llamado Prinsenmarkt, en honor al famoso canal del Jordaan. Venden de todo: libros, música, comida, alfombras, pinturas al óleo o antigüedades
Abre los sábados de 9.00 a 16.00 y los lunes de 9.00 a 13.00. La mejor opción es visitarlo el sábado debido a que a los puestos habituales del mercado se le unen unos tenderetes de comida orgánica. Llueve o truene (lo hemos comprobado) aquí estarán vendiendo carnes, miel y verduras orgánicas.
En la calle trasera de la iglesia está el otro mercado que ver en Jordaan. Se trata del Lindengrachtmarkt, que abre los sábados de 9.00 a 16.30. Es considerado como el mercadillo hipster de Ámsterdam y fue fundado en 1894.
Lo encontrarás en la calle Lindengracht, un lugar perfecto de Jordaan para quedarte a comer o tomar el café en alguno de sus bares y restaurantes como el Bar Duende Tapas o el Kat in de Wijngaert.
El tercer mercado al aire libre del barrio Jordaan es el Westerstraat, que se sitúa en la calle del mismo nombre los lunes de 9.00 a 13.00 y es conocido por ser el "mercado de las telas", donde también se vende cuero y ropa. No hay que confundirlo con la plaza Westermarkt, localizada fuera del barrio junto a la iglesia Westkerk.
Si hay un lugar por excelencia del barrio Jordaan que debes visitar desde el punto de vista gastronómico, este es el Winkel 43. Lo encontrarás en la misma plaza del Noordermakt y tiene la tarta de manzana más famosa de todo Ámsterdam, que sirven con nata si así lo pides. Aunque tengas que hacer algo de cola en horas puntas, seguro que no te arrepientes.
El barrio Jordaan de Ámsterdam tiene varios pequeños museos ideales para visitas cortas. Un concepto de museo bastante habitual en Países Bajos es el de tienda con una pequeña exposición relacionada con el producto que venden.
Así por ejemplo en el Museo de Queso podrás comprar queso y en el Museo de los Tulipanes bulbos de flores. Por otro lado, en el Museo Casa Flotante es posible conocer la forma de vida de quienes tienen su vivienda en un barco amarrado en los canales de Ámsterdam.
Los museos que ver en el Barrio Jordaan son los siguientes:
La música popular neerlandesa tiene como uno de sus ídolos a un artista nacido en Jordaan. Hablamos de Johannes Hendricus van Musscher (1924-1989), más conocido por su seudónimo Johnny Jordaan. Entre los clásicos de la música holandesa están canciones suyas como Bij on in de Jordaan (Con nosotros en el Jordaan) o Geef mij maar Amsterdam (Dame Ámsterdam). Una plaza del barrio, Johnny Jordaanplein, recibe el nombre en su honor.
Con Jhonny Jordaan solía cantar Tante Lee, y ambos ostentan el honor de ser reconocidos como "La mejor voz de Jordaan". Además de sus estatuas, en la plaza están las figuras de Johnny Meyer, Manke Nelis y Jan & Mie.
El Rijksmuseum es el Museo Nacional de arte e historia de Países Bajos en Ámsterdam y tiene la colección más importante de pintores del Siglo de Oro holandés con obras maestras de Rembrandt, Vermeer o Frans Hals. Aunque las obras más importantes de la galería son del siglo XVII también hay pinturas, esculturas y mobiliario que data del año 1100 hasta el siglo XX.
Esta galería también guarda pinturas sueltas de artistas como Vincent van Gogh o Francisco de Goya, y obras de gran valor histórico como La Batalla de Waterloo. Pero hay mucho más y hacer un resumen de una colección tan amplia como la del Rijksmuseum es complicado.
Aún así vamos a intentarlo y te diremos que aquí podrás ver igualmente ejemplos de la famosa cerámica de Delft, armas del siglo XIX, una casa de muñecas de 1656 que resultó tan cara como una vivienda real de la época o un pabellón dedicado exclusivamente al arte asiático.
Encontrarás el Rijksmuseum en la Plaza de los Museos (Museumplein), donde también se encuentra el Museo Van Gogh, y ubicada muy cerca de los canales históricos de Ámsterdam. Además la Casa de Ana Frank queda solo a 20 minutos caminando de aquí.
Aunque actualmente el Rijksmuseum está ubicado en Ámsterdam, en realidad la primera sede de la esta galería de arte fue el Palacio Huis Ten Bosch de La Haya en el año 1800. En 1808 con la invasión francesa de Holanda y con Napoleón al mando del pais, la colección fue trasladada al Palacio Real de Ámsterdam.
Tras la derrota en la Batalla de Waterloo los franceses fueron expulsados y los fondos del Rijksmuseum se repartieron entre varios museos hasta que en 1885 se inauguró el actual edifico, que había comenzado a construirse en 1876 bajo el diseño del arquitecto Pierre Cuypers.
Las obras del Rijksmuseum abarcan distintos períodos de la historia por lo que para organizar esta sección hablaremos todas las épocas presentes en el museo, con especial atención a las obras del siglo XVII (del 1600 al 1700), la Edad de Oro del arte neerlandés.
Para aprovechar al máximo esta visita una gran idea es hacer una visita guiada en español con un guía. Hay varias empresas que proveen este servicio. Nosotros recomendamos esta:
La obras de mayor importancia de este periodo son del siglo XV y XVI. En esta zona del Rijksmuseum hay principalmente pintura religiosa de óleo sobre tabla o lienzo de artistas como Fran Angelico (1395-1455) o Jan van Socorel (1495-1562).
La Virgen de la Humildad (1440) de Fran Angelico y la obra maestra Maria Magdalena de Van Scorel son algunas de las más destacadas. Sobre este último artista, que viajó a Italia para formarse, hay especial predilección en el Rijksmuseum, ya que es neerlandés. Hay otras obras suya como Cleopatra moribunda.
En esta sección de pintura religiosa verás un tríptico de Andrea di Cione, conocido como Orcagna (1315/1320-1368) en el que aparece la virgen amamantando al niño Jesús. Este tipo de pintura se conoce como la "Virgen de la leche" y estuvo en auge hasta que en el Concilio de Trento se estableció que era indecente desnudar a esta figura religiosa.
Un poco más abajo hablaremos del cuadro La Ronda de Noche y las pinturas de Guardias Cívicas tan populares en el Siglo de Oro holandés. Pero antes te recomendamos prestar atención a un cuerno de búfalo con adornos de plata que hay expuesto en esta parte del Rijksmuseum porque guarda relación con la obra de Rembrandt.
Aunque no aparezca reflejado en la pintura, los protagonistas de La Ronda de Noche, que son los miembros de la Compañía de Arcabuceros de Ámsterdam, utilizaban este cuerno en las reuniones del gremio pasándoselo de unos a otros tras beber de su interior.
Unas esculturas que llaman la atención son las figuras de bronce de medio metro de altura conocidas como Los llorones de la tumba de Isabel de Borbón. Estas figuras representan a los miembros de la casa Borgoña, a la que pertenecía esta duquesa que fue esposa de Carlos el Temerario.
Como te comentábamos antes, durante el siglo XVII las pinturas de Guardias Cívicas tienen un éxito desbocado. En estas se representan a milicianos que combaten por lo que en el futuro será los Países Bajos en la Guerra de los Ochenta Años (1568-1648) contra el Imperio Español.
Sin embargo en esta zona del Rijksmuseum hay mucho más que Guardia Cívicas. Está la denominada Galería de Honor con las obras maestras de genios holandeses y otras salas con cerámicas de Delft o la famosa Casa de muñecas de Petronella. Si tienes tiempo limitado para visitar el museo te recomendamos empezar por aquí.
Rembrandt van Rijn (1606-1669) ha sido siempre famoso. A diferencia de Vincent van Gogh (1853-1890), que alcanzó su fama una vez muerto, este artista se hizo rico en vida gracias a su arte. En el Rijksmuseum hay algunas de sus obras maestras. Si te gusta este pintor una buena idea es visitar la colección Mauritshuis en La Haya, que igualmente alberga varias de sus grandes obras.
Además de pintor, Rembrandt fue un gran dibujante y grabador. En Ámsterdam se conserva como museo la Casa de Rembrandt, donde se encuentra su colección más grande de grabados, y en el Rijksmuseum permanece la mayor muestra de sus cuadros. Las pinturas de la colección son las siguientes:
Entramos en faena con la parte más interesante del Rijksmuseum. Si hay un artista que representa la imagen de esta galería nacional es Rembrandt. Y su pintura La Ronda de Noche (1642) de 3,63 metros de altura x 4,37 metros de ancho es la joya del museo.
La Ronda de Noche, que paradójicamente es realidad una escena diurna que se oscureció con el paso de los siglos, representa a la Compañía de Arcabuceros de Ámsterdam y fue denominada con este título en el siglo XIX. Su nombre original es La compañía militar del capitán Frans Banninck Cocq y el teniente Willem van Ruytenburgh y el capitán Banninck Cocq está enterrado en la iglesia Oude Kerk de Ámsterdam.
Otra obra maestra de este tipo de pintura es La Guardia Cívica de Ámsterdam celebra la Paz de Münster (1648) de Bartholomeus van der Helst (1613-1670) que representa el fin de la guerra contra España.
Otro maestro holandés del siglo XVII que tiene algunas de sus grandes obras en el Rijksmuseum es Johannes Vermeer (1632-1675). De este atípico artista han llegado muy pocas pinturas hasta nuestros días. De él se sabe que vendió sus cuadros en vida, fue olvidado por el gran público durante décadas y que volvió a ser redescubierto en la década de 1870. Hoy es venerado y hasta se ha hecho una película en honor a una de sus obras: La joven de la perla (colección Mauritshuis).
Aunque la mayor colección de obras del retratista Frans Hals (1582-1666) se encuentra en el Museo Frans Hals de Haarlem el artista también está presente en el Rijksmuseum. El alegre bebedor es una de las pinturas más famosas de Hals por la apariencia de movimiento del protagonista, algo que caracterizó su estilo. El Retrato de una pareja, también es sublime.
Jan Steen (1626-1679) es otro gran un pintor neerlandés del Siglo de Oro, pero su estilo barroco con escenas cotidianas enmarcadas en la pintura de género se aleja de las grandes escenas de otros artistas de la época. Steen relata en sus obras familiares y populares las malas costumbres de la sociedad en tono cómico y moralizador al mismo tiempo.
Si visitas Ámsterdam y le Rijksmuseum en invierno verás la pista de hielo que cada año se coloca frente al edificio en la Plaza de los Museos. Y podrás pasar de disfrutar de esta actividad de invierno en la calle a conocer cómo inmortalizó Hendrick Avercamp (1585-1634) en la gran obra Paisaje invernal con patinadores sobre hielo (1609) esta actividad de tradición centenaria en el país.
Otra obra maestra destacada de este período es la Casa de muñecas de Petronella. Antiguamente las casas de muñecas no estaban destinadas a jugar, sino que era una forma de alardear de las familias ricas. Esta casa en miniatura está hecha con materiales reales y es la representación perfecta de una vivienda del siglo XVII de Petronella Oortman (1656-1716) de la calle Warmoesstraat, aunque se desconoce el número exacto. Costó entre 20.000 y 30.000 florines de la época, ¡lo mismo que una casa real!
En esta zona del Rijksmuseum hay muchos más elementos de interés, incluyendo bellos objetos fabricados en cerámica de la ciudad holandesa Delft, un estilo popularizado a finales del siglo XVI; o algunas esculturas del gran Artus Quellinus, cuyas grandes estatuas están en el Palacio Real de Ámsterdam.
¿Quieres saber como era por dentro la antigua casa de un rico comerciante del año 1794 en la vecina ciudad de Haarlem? El Rijksmuseum la mantiene intacta con el diseño original en esta del siglo XVIII en una de sus salas.
De este periodo del arte también hay varios ejemplos espectaculares de mobiliario clásico. Y por supuesto pintura, muchas de estas son retratos personalidades de la época que aparecen retratados con las pelucas grises o blancas, con las que pretendían distinguirse del resto del pueblo.
En esta parte del Rijksmuseum la pintura vuelve al centro de la exposición. Para abrir boca tenemos un autorretrato de Van Gogh o el retrato de Ramón Satué, juez de la institución que hoy sería el Tribunal Supremo, que Francisco de Goya (1746-1828) pintó en 1823.
George Hendrik Breitner, impresionista como Van Gogh, también tiene un par de pinturas muy interesantes en el Rijksmuseum. Una es la del Singel, uno de los canales de Ámsterdam más importantes. La otra refleja una chica vestida con kimono japonés, país que influyó enormemente en el movimiento impresionista.
Pero si hay una hecho histórico que centra esta sección del Rijksmuseum es la invasión francesa con Napoleón de media Europa en la primera década de 1800 y su posterior hundimiento en la contienda de Waterloo (Bélgica) en 1815. Aquí verás una de las grandes pinturas que se hicieron del suceso.
Con el título La batalla de Waterloo La batalla de Waterloo, Jan Willem Pieneman (1779-1853) plasmó en 1824 el momento en el que el duque de Wellington, comandante del ejército formado por ingleses y neerlandeses, recibe la noticia de que las tropas prusianas (alemanas) llegan al rescate. En el cuadro, que mide más de ocho metros de ancho, aparece el futuro rey holandés Willem II.
La exposición del siglo XX es de arte moderno, como cabía esperar, y tiene varias obras curiosas. Como por ejemlo la escultura de Ferdi titulada Tumba de útero, que es un ataúd con forma de vagina.
También hay varias obras de los fundadores del movimiento artístico Cobra: Constant Nieuwenhuys (1920-2005) y Karel Appel (1921-2006). El Circo espacial de Constant es una escultura de metal con forma de esfera y escaleras que cruzan por dentro como un columpio. El artista aspiraba a que se construyera un Circo espacial de grandes proporciones en la Plaza de los Museos, frente al Rijksmuseum.
La última zona que ver en el Rijksmusem es el pabellón asiático, donde se concentra el arte procedente de países como Japón, China, India, Pakistán o Indonesia. Gracias a esta sección podrás acercarte a culturas muy distintas a la occidental, lo cuál da al museo un añadido muy interesante.
Las esculturas pakistaníes de la Bodhisattva Maitreya (c. 200-300) y la Cabeza de Buda (300-399) son algunas de las más antiguas de la colección. Más moderna es la figura de la diosa Shiva, procedente de la India y datada del siglo XI. Y de la misma etapa es la estatua del budismo chino Guanyin. Los Guardianes del templo de Japón son impactantes. ¡Muy interesante todo!
Todos los días de 9.00 a 17.00
Puedes comprar tu entrada al Rijksmuseum aquí. El precio es el siguiente:
La Casa de Ana Frank es un museo de Ámsterdam que conserva la vivienda en la que permanecieron escondidos Annelies Marie Frank, más conocida como Ana Frank, y su familia durante la invasión de la Alemania nazi que tuvo lugar en la Segunda Guerra Mundial (1939-1945).
Ana Frank y su familia, de origen judío, vivieron entre 1942 y 1944 en la parte de atrás del edificio de oficinas en el que había trabajado el padre, Otto Frank, hasta la invasión. Aquí una adolescente Ana Frank, de solo 13 años, escribió en la clandestinidad un diario que posteriormente se haría internacionalmente famoso y que sirve para entender lo ocurrido en este período oscuro en la historia de Europa.
La famosa Casa de Ana Frank se encuentra en el Grachtengordel, el cinturón de los canales de Ámsterdam considerados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Por delante de su fachada pasa el canal Prinsengracht y en la otra orilla comienza el popular Barrio Jordaan.
Consejo
La Casa de Ana Frank es el lugar más visitado de Ámsterdam así que procura reservar con semanas de antelación.
Además de visitar este museo, una actividad muy interesante en Ámsterdam es conocer el Barrio Judío con un guía que te explique en español cómo fue el Holocausto nazi en Holanda y la historia de Ana Frank:
Más de un millón de personas se acercan cada año por el número 263 del Prinsengracht para visitar la Casa de Ana Frank y ver de cerca el lugar donde en total permanecieron ocultos ocho judíos, incluida la familia Frank, que estaba compuesta por el padre Otto Frank; la madre, Edith Frank; y las dos hijas, Margot y Anne Frank.
Los otros cuatro judíos que se escondieron aquí fueron el matrimonio formado por Hermann van Pels y Auguste van Pels, su hijo Peter, y Fritz Pfeffer, un judío nacido en Fráncfort del Meno (al igual que la familia Frank) y que había conseguido enviar a su hijo a Inglaterra sin poder hacerlo él.
El museo de la Casa de Ana Frank fue abierto en 1960. El edificio iba a demolerse en 1955 pero la curiosidad de que quienes había leído el diario de la joven judía y se acercaban apara conocer la vivienda evitó su destrucción.
Al museo se accede por el lateral del edificio, en la plaza que hay junto a la iglesia Westerker. Esta iglesia es de acceso libre y tiene una torre muy llamativa con el símbolo de las tres X de Ámsterdam. La famosa plaza Dam está a solo diez minutos caminando.
Aunque desde el exterior no se aprecie a simple vista, el museo Casa de Ana Frank está formado en realidad por dos edificios. El segundo de ellos es conocido como La Casa de atrás y a este solo se podía acceder por un pasadizo oculto tras una estantería con archivadores y documentos. En tu visita podrás conocer las dos viviendas.
El nombre de esta vivienda oculta no es casual. Y es que aunque el libro de la joven judía se titulara en su traducción al castellano El diario de Ana Frank, el nombre original de la obra es Het Achterhuis, que precisamente significa La Casa de atrás.
En la casa de delante se trabajaba a diario, ya que era la sede de la empresa Gies & Co. Este nombre había sustituido al anterior, Opetka, que pertenecía a Otto Frank. El cambio de nombre, y también propiedad, se realizó para evitar que los alemanes confiscaran la empresa por ser judía.
La existencia de la Casa de Ana Frank no se puede entender sin los cinco ciudadanos que las dos familias de judíos tuvieron como protectores durante su cautiverio. Estos fueron Johannes Kleiman, Victor Kugler, Bep Voskuijl, Miep Gies y Jan Gies.
Gracias a estos cinco ángeles de la guarda las familias pudieron sobrevivir en cautiverio. Les traían alimentos, guardaban su secreto del resto de trabajadores de la empresa y protegían su escondite en inspecciones.
Si esta historia de cautiverio ha llegado hasta nuestros días con tanto detalle es porque Ana Frank la escribió en su diario entre el 12 de junio de 1942 y el 1 de agosto de 1944. Y también porque su padre Otto, el único superviviente de la familia tras el internamiento en los campos de concentración, se encargó de difundir la obra de su hija.
En ella narró cómo era vivir encerrados sin salir a la calle y con el miedo a ser descubiertos. También dejó escrito su amorío adolescente con Peter van Pels o sus sueños de ser escritora y periodistas cuando creciera.
Aunque escribió varios cuentos y cinco capítulos de una novela, Ana Frank no pudo cumplir todas sus aspiraciones ya que no sobrevivió a su internamiento en el campo de concentración de Bergen-Belsen, situado al sur de Hamburgo.
El 4 de agosto de 1944 unos oficiales alemanes irrumpieron en las oficinas para realizar una inspección. Todo hace pensar que ya sabían que alguien se escondía aquí, pero ha sido imposible determinar si fue uno de los mozos del almacén quién traicionó a las familias.
Durante el arresto los guardias del cuerpo de las SS nazi recogieron los objetos de valor de las familias judías y los guardaron en un maletín. La casualidad es que en ese maletín se guardaban las hojas del diario de Ana Frank, las cuáles se cayeron al suelo.
Miep Gies y Bep Voskuijl encontraron después estas hojas esparcidas por el suelo y las guardaron hasta que se reecontraron con Otto Frank, a quien se las dieron.
En el Museo Casa de Ana Frank podrás conocer la mayoría de habitaciones de los dos edificios de esta historia. Conservan poco mobiliario, aunque aún hay elementos reales de la vivienda en la que vivieron encerrados los judíos antes de ser descubiertos y enviados a campos de concentración.
Lo parte que más nos impactó es ver la estantería con archivadores que tapaba el pasadizo que conecta con La Casa de atrás. Estar ahí con la audioguía, conociendo la historia que hay detrás de esta vivienda te transporta al momento en que debieron descubrir el pasadizo tras dos años allí escondidos.
La casa de Ana Frank por dentro tiene fotografías de las familias judías Frank y Van Pels, y de quienes les ayudaron a ocultarse de los nazis en La Casa de atrás. Conocerás un poco más a todos los personajes de esta desgraciada historia de la guerra europea.
Verás la buhardilla, el salón, la cocina o los baños del antiguo escondite. Además está el mapa de Ámsterdam en el que los nazis marcaban los puntos donde debían buscar judíos o la estrella de David con la que señalaban a los judíos. Y por supuesto también están expuestos fragmentos del diario original de Ana Frank o las tarjetas con las que los identificaron tras el arresto.
Todos los días de 9.00 a 22.00
Puedes comprar tu entrada a la Casa de Ana Frank aquí. El precio es el siguiente: