Karlovy Vary en República Checa es una de las ciudades del país que más turistas atrae. Igual que otras ciudades europeas como Budapest, Karlovy Vary es famosa por sus balnearios y aguas termales. La elegancia de sus calles no se olvida fácilmente.
Esta población checa de 48 mil habitantes se encuentra a poco más de cien kilómetros al oeste de Praga. Para ir a Karlovy Vary desde Praga hay muchas opciones: tren, bus, coche o una visita guiada. Aunque se tarda cerca de dos horas en llegar merece la pena conocer esta hermosa ciudad de la región de Bohemia.
Las calles de la ciudad están en perfecto estado de conservación y hay muchas zonas exclusivas para peatones. El turismo, aunque es importante, no está masificado. Aquí se realiza también el Festival Internacional de Cine de la República Checa.
Además de termas, hay más cosas que ver en Karlovy Vary. La ciudad es famosa por sus tiendas de cristales de Bohemia y el taller-museo de Moser, una gran empresas dedicadas al cristal. Aunque el talle de Moser está un poco más alejado del centro merece la pena visitarlo.

Qué ver en Karlovy Vary
A pesar de que la ciudad no es muy grande, hay muchos lugares interesantes que ver en Karlovy Vary. Además de sus famosas columnatas y construcciones arquitectónicas de múltiples columnas, balnearios, o fuentes termales para beber agua mineral, hay lugares con vistas panorámicas, curiosos edificios y una de las empresas más importantes de cristales de Bohemia, la citada Moser.

1. Balnearios
Como ciudad balneario, Karlovy Vary tiene mucho lugares con spa y aguas termales con temperaturas que surgen de las rocas incluso a más de 70ºC. Lo más importante que debes saber es que la mayoría de balnearios de la ciudad pertenecen a hoteles, por lo que habitualmente solo podrás hacer uso de ellos si te alojas una noche en la ciudad, lo cuál es un gran plan.
Si vas solo un día de visita y quieres probar uno de sus balnearios puedes ir al Castle Spa (Zamecke Lazne). También puedes probar una experiencia fantástica como lo es ¡bañarte en cerveza! Para esto último visita el 'Beer Spa Beerland' (Pivni Lazne).
2. Columnatas
Las columnatas son unas construcciones de columnas en fila que sirven de entrada a los balnearios u otros edificios de la ciudad y debajo de las cuáles encontrarás manantiales de agua mineral que salen por fuentes de acceso público.
Las más famosas son la Columnata del Molino, Columnata del Parque y la Columnata del Mercado. Bajo el techo de la Columnata del Molino hay hasta cinco fuentes de agua mineral de diversas temperaturas.

3. Fuentes termales de agua mineral
Karlovy Vary es el lugar del mundo con más fuentes termales por metro cuadrado. Y muchas salen por grifos de metal para que cualquiera pueda servirse un trago de estas reparadoras aguas. ¡Cuidado que queman!

4. Iglesia de San Pedro y San Pablo (rusa)
La ciudad tienes dos edificios religiosos interesantes para visitar. El primero y más importante es la Catedral ortodoxa de San Pedro y San Pablo. Su diseño ruso se debe a que esta ciudad balneario era muy visitada por aristócratas y nobles de todo el mundo, incluyendo Rusia.
El zar Pedro el Grande era uno de sus ilustres visitantes y mucho después de su paso por esta población se erigió esta iglesia ortodoxa (1893-1897). No hay que olvidar que tanto checos como rusos son eslavos.

También es recomendable visitar la iglesia de Santa María Magdalena. Este edificio barroco fue construido en 1736 y es uno de los pocos edificios que ver en Karlovy Vary que quedan de aquel estilo.

5. Salto del ciervo o 'Deer Jump'
Una de las mejores vistas que ver en Karlovy Vary es la que se ve desde el monumento del Salto del Ciervo o Deer Jump. Para llegar hasta aquí deberás subir por unas escaleras de la calle Zámecky vrch. El punto de partida está en el mapa de abajo.

6. Torre de Diana
Si el Salto del Ciervo está bien, las más espectaculares vistas de la ciudad te esperan en lo alto de la Torre Diana. Puede subirse hasta la entrada de la torre tanto en funicular como andando por el monte. En funicular se tarda solo cinco minutos. Si decides ir andando puedes ir por el mismo camino que te lleva al Salto del Ciervo y luego caminar uno 20 o 30 minutos más. Junto a la torre hay un restaurante y un mariposario.
7. Moser, museo y taller
No nos podemos olvidar de la importancia de los cristales de Bohemia, la región checa más importante y que ocupa casi la mitad del país, desde Praga hasta la frontera con Alemania. En esta ciudad está el Museo Moser, donde podrás observar grandes piezas de cristal, el taller donde trabajan el cristal de Bohemia e incluso comprar algunos de estos preciosos objetos.
El problema de comprarlos allí es el transporte en avión a casa, ya que en el trayecto pueden romperse. Por suerte en internet también pueden comprarse productos de la marca.

Historia de Karlovy Vary
Para conocer un poco mejor la historia de Karlovy Vary en República Checa debemos ir al pasado. Concretamente al siglo XIV. En torno a 1350, cuando gobernaba el emperador del Sacro Imperio Romano Germánico, Carlos IV de Alemania y I de Bohemia.
Carlos IV, nacido en Praga, era muy dado a las partidas de caza. En una de estas cacerías uno de los perros habría llegado persiguiendo una presa hasta lo que hoy es Karlovy Vary y que en aquella época solo era campo.
El perro debió caerse en una de las fuentes naturales de aguas termales de Karlovy Vary y sus gemidos atrajeron a los cazadores, que tras probar sus aguas, inmediatamente reconocieron sus propiedades medicinales y curativas. A partir de ese momento Carlos IV fundaría lo que hoy se conoce como Karlovy Vary en República Checa.