El Museo Van Gogh aloja la mayor colección a nivel mundial de pinturas y dibujos de Vincent van Gogh, además de sus cartas de correspondencia. Se encuentra en la famosa Plaza de los Museos de Ámsterdam (Museumplein) y es una visita "obligada" para cualquiera que visite la ciudad.
La galería de arte cuenta con más de 200 cuadros, unos 500 dibujos y 750 cartas del artista neerlandés. Evidentemente no todas las obras pueden estar expuestas a la vez, pero aquí verás algunas de las pinturas más famosas de Vincent van Gogh (1853-1890), incluyendo uno de sus icónicos jarrones con girasoles, muchos de los autorretratos que le catapultaron a la fama y varios de sus impresionantes paisajes.
Los fondos de la colección son muy amplios y hablar solo de cinco pinturas del Museo Van Gogh nos parece quedarnos cortos. Sin embargo puede servir como una buena introducción para saber qué encontrarás en esta galería en la que también se exponen pinturas de otros artistas de la época como Claude Monet (1840-1926) o Paul Gauguin (1848-1903).
No todos los días vas a tener la oportunidad de conocer directamente la mayor colección de uno de los más famosos pintores de la humanidad, por lo que una buena idea es hacer una visita guiada con un experto que te ayude a sacarle el máximo partido a tu visita al Museo Van Gogh:
Vincent van Gogh

A pesar de que Van Gogh solo vivió 37 años tuvo tiempo de crear una prolífica colección de más de 800 pinturas (sin contar dibujos). Siempre quiso estar ligado al mundo del arte, aunque en sus inicios trabajó en galerías y no cogió el pincel hasta que su hermano Theo van Gogh le animó.
Precisamente la correspondencia del artista con Theo ha sido fundamental para conocer los entresijos de su personalidad y de sus obras, ya que en ellas hablaba de sus pinturas, sus sentimientos y al mismo tiempo le encargaba a Theo, que era su mecenas, los materiales que necesitaba para pintar.
Vincent van Gogh (1853-1890) ha pasado a la historia por su excentricidad y por los problemas de salud mental que le llevaron a estar internado en un psiquiátrico, cortarse la oreja, y finalmente, fallecer en extrañas circunstancias. Aunque el suicidio se ha considerado siempre como la causa más probable, nunca ha quedado completamente demostrado.
5 Obras imprescindibles que ver en el Museo Van Gogh

En el Museo Van Gogh hay una gran selección de autorretratos del artista. De hecho encontrarás una sala dedicada exclusivamente a mostrar alrededor de una decena de las 35 pinturas que Vincent hizo de si mismo.
Es curioso que si se plasmó tantas veces es porque no disponía del dinero necesario para pagar modelos ni compradores que le encargaran cuadros y le financiaran.
A pesar de que hoy los cuadros de Vincent van Gogh alcanzan cifras récord en las subastas, sin embargo el pintor no fue reconocido en vida y sus éxitos llegaron cuando él y su hermano, su principal valedor en vida, ya estaban muertos. La esposa de Theo recogió el testigo como mecenas y consiguió que se iniciara el reconocimiento en torno a su figura.
1. Los comedores de patatas

Los comedores de patatas está considerada como la primera gran obra del artista neerlandés, aunque al momento de pintarla no tuvo aceptación y fue criticada por la oscuridad de la escena y la falta de precisión en las figuras.
Vincent la realizó en 1885 mientras residía en Nuenen (cerca de Eindhoven). Con las facciones huesudas de los agricultores de este cuadro pretendía reflejar las duras condiciones en las que vivía la gente de vida humilde, que servían sobre la mesa el resultado de su trabajo en el campo.
No es la única obra que refleja la vida de los campesinos en el Museo Van Gogh, sino que por el contrario hay otras pinturas con los mismos protagonistas pintados en otras situaciones.
2. Girasoles
El Museo Van Gogh de Ámsterdam tiene el honor de albergar uno de los famosos cuadros de girasoles de Vincent. Aquí permanece el Jarrón con catorce girasoles de enero de 1889, uno de los siete cuadros que pintó con esta planta dentro de un jarrón. De esos siete, cinco fueron plasmados sobre lienzo únicamente con tres tonos de amarillo.

La intención de Van Gogh fue mostrar cómo podía pintarse una serie de cuadros similares con pequeñas variaciones de color pero manteniendo la persuasión sobre el espectador. De la saga, uno fue destruido en la guerra y otro permanece en una colección privada.
Los cinco jarrones con girasoles restantes son los pintados en tonos amarillos y las obras están repartidas por varios museos del mundo:
- Jarrón con doce girasoles, agosto 1888, Neue Pinakothek (Múnich, Alemania).
- Jarrón con catorce girasoles, agosto 1888, National Gallery (Londres, Reino Unido).
- Jarrón con catorce girasoles, enero 1889, Museo Van Gogh (Ámsterdam, Países Bajos)
- Jarrón con catorce girasoles, enero 1889, Museo de Arte SOMPO (Tokio, Japón)
- Jarrón con doce girasoles, enero 1889, Museo de Arte de Filadelfia (Filadelfia, Estados Unidos)
3. Autorretrato con sombrero de fieltro gris
Este es uno de los autorretratos que Van Gogh pintó en su última etapa en París, antes de mudarse a Arlés. Llevaba dos años en la ciudad y estaba planeando su salida para dirigirse al sur de Francia en busca de inspiración. En la capital había conocido la técnica del puntillismo y en esta obra lo demuestra.
El aspecto tenso de su expresión se debe a su deseo de encontrar otro ritmo de vida en el campo. En sus cartas se quejaba de la dificultad hasta para encontrar un sitio donde sentarse a pintar en la ciudad de París. La pintura data de finales de 1887, la realizó durante el invierno y el uso de los colores es espectacular.

4. El dormitorio en Arlés
A menudo en pintura lo que vemos no es lo que fue. Y es que los pigmentos pueden cambiar con el tiempo y alterar una obra de un modo radical. El ejemplo perfecto para ilustrar este hecho es La Ronda de Noche del Rijksmuseum de Ámsterdam, obra cumbre del también neerlandés Rembrandt.
Cuando el genio del Siglo de Oro holandés la pintó, el cuadro reflejaba una escena diurna. Sin embargo con el paso de los siglos el fondo de la imagen se oscureció y se la identificó erróneamente como una escena nocturna.

Con El dormitorio en Arlés ocurre algo parecido, aunque el cambio es un mucho menor. Esta obra del Museo Van Gogh ha sufrido una decoloración con el paso de los años. Esto se sabe porque Vincent describió a su hermano Theo el color de la pintura empleada en una de las muchas cartas que se han conservado.
La diferencia principal radica en el color de las paredes y la puerta que, en lugar de ser azules tal y como hoy las vemos, en realidad eran de un tono púrpura suave. Esta fue la habitación del artista mientras vivió en Arlés. En el museo también verás su pintura La casa amarilla, vivienda en la que residió y donde se encontraba este dormitorio.
5. Trigal con cuervos
Una de las obras imprescindibles del Museo Van Gogh es el Trigal con cuervos. Vincent lo pintó en su última etapa, cuando vivía en Auvers-sur-Oise, la cercana localidad a París donde falleció y en la que se conserva su tumba.
Aunque siempre hay quien afirma que este fue su último trabajo, en realidad es solo un mito, ya que está documentado que realizó otras obras posteriormente.
¿Por qué la intencionalidad en insistir en que esta fue su última pintura? Quizás el interés en querer vincular el cielo amenazante, los cuervos y la tristeza que evoca este cuadro del Museo Van Gogh con su probable suicidio sean la respuesta a la pregunta.

Otras pinturas interesantes del Museo Van Gogh
En los relativo al propio Vincent van Gogh el museo tiene obras de todas sus etapas como pintor. La carrera de Vincent fue corta pero intensa y durante el año que estuvo internado en "La casa de reposo" para enfermos mentales Saint-Paul-de-Mausol pintó alrededor de 150 cuadros.
El artista disfrutaba de la pintura especialmente cuando se acercaba la primavera, ya que podía reflejar la vida natural con esos colores que le hacían pensar en Japón. En el Museo Van Gogh hay pinturas de gran reconocimiento como Almendro en flor y cuadros que reflejan a trabajadores del campo sembrando o segando el trigo.

Respecto a otros pintores, un cuadro muy famoso de la colección es Van Gogh pintando girasoles, que el francés Paul Gauguin realizó cuando estuvo viviendo en Arlés con el artista neerlandés. Gauguin quedó impresionado por los girasoles de Van Gogh y quiso inmortalizar el momento en el que trabajaba sobre el lienzo.
Y qué decir de Claude Monet, el afamado artista impresionista francés que pasó meses residiendo en Holanda. De su estancia han quedado varias pinturas icónicas como la de uno de los puentes de Ámsterdam más famosos: el Staalmeestersbrug.
Pero también pinto los famosos molinos de Zaanse Schans en Zaandam, que están muy cerca de Ámsterdam, o unos campos de tulipanes por la zona de La Haya.
Horario
Abre todos los días de 9.00 a 18.00
Entre el 6 de noviembre y el 15 de diciembre: lunes-viernes, de 9.00 a 17.00 y sábados-domingos, de 10.00 a 18.00
Los días 24, 25, 26 y 31 de diciembre abre de 9.00 a 17.00
Cierra el 2 y el 4 de junio de 2023
Entradas
Puedes comprar tu entrada aquí. Los precios son los siguientes:
- Adultos (+18): 20 € entrada sin audioguía
- Adultos (+18): 23.5 € entrada con audioguía
- Niños (0-17 años): gratis